sábado, abril 25

Civilizaciones que se pierden en el tiempo


Desaparecen en la oscuridad
como la luz de los rayos de tormenta,
se difuminan
una a una,
se pierden en la lluvia.

Se quedan y ya no son ellos,
son otros, muy otros en otra luz,
se devuelven a las cuevas
a ocultarse en la oscuridad.

Un borrador ácido liquidará la piedra
durante muchos años,
el agua dejará de ser agua.


Los viejos más viejos ya no están,
perdimos la información del mundo,
se disolvió en el agua,
como el sol.


Fue el camino más largo que hayamos hecho, llegamos a la cima de la montaña. Cansados, con hambre y las heridas abiertas, Hace frío en esta montaña, nos congelamos.
¡ESTAMOS SOLOS! -dice mientras se dilata su pupila una fracción de segundo justo después de comprender y asimilar la idea que le ha llegado al pensamiento-
Abajo no hay nadie:
(El sonido desaparece del mundo, ni siquiera el viento es capaz de romper la música del silencio, las nubes están estáticas) -¿Para qué escalar tan alto?

¡HEMOS LLEGADO A LA CIMA!
¿Debo estar feliz por ello…
debe de estar alguien feliz por mí?
¿Por qué los traje conmigo?
¿Por qué mi mirada está en donde está?

Esperanza humana de hombre,
esperanza amada
consciente despertar
Ve tus manos que no llevan ningún equipaje,
No lo necesitas y aun así no lo comprendes
Lo que hay aquí, no es eterno
no seré eterno.
Chispas fugaces de la enorme fogata -desde la piedra más pequeña, hasta el árbol más grande, el más pequeño insecto, todo cambia como siempre ha cambiado-
Renovarás la vida y el pensamiento

Con nuestras manos, al verla , con el fuego que nos quema y el aire blanco que respiras,
el milagro de la concepción y la resurreción tras la resurrección de una vida.

El amor es un secreto a descifrar,
nos curará de volvernos eternos.


¿Qué es un hombre sin la vida?

por T...

miércoles, abril 22

Matamátame, que así no se dice.

Matamátame que así no se dice, que así no me matamatas, que así no me mueromuerto, que así me quedo y respirovivo, que no me voy mequedo, que no estoy en movimiento, que estoy quieto, que no me muero, que no me atravieses con la espada, que no me encuentro, que me siento como el viento, que no miro por las ventanas sino que me estrello contra las paredes, que no sé ni quien es el obispo, que más bien me hace falta una dosis de sueño, de buen dormir, que no me puedo dormir, que me siento y me quedo sentado, que no me hace falta comida y que no me muero, que estoy cómodo en el piso, que no necesito cortar mi césped, que felizmente me desnudo, que no me da pena mi cuerpo, que me encuentro rodeado de vómito, de cosas mías de las que no me desprendo, que me recojo sobre mí mismo cuando no sé que es éticamente correcto, políticamente discreto, que me muerdo las uñas cuando me siento uno entre tantos que no sé ni para que hacer lo que hago, que no me explico mis manías y me digo a mi mismo: ¡loco, loco, loco! ¡estás loco! Matamátame que así no se dice, que así no implica mi muerte porque yo solito me muero, porque está en mí morirme, porque para morir somos, porque no tengo sortija, no tengo suerte, no tengo biblia ni esperanto, ni ciencia del lenguaje ni concenso, nada más me muero, me acompaño con mi voz y con mi otra voz y con la otra, me acompaño yo sólo, le escribo a la antorcha que está llena de gasolina, de fuego, de no me toques que así no se vive. Mueromuerto, muertomuero, moriryamuerto, que así no se dice, que no se dice, que ni sé si podría hablar de ello. Que me encierren, que ya no me encuentro, que me miro en el espejo y se ve la pared, que me paso la mano por el rostro y me arranco los ojos, los dientes, la nariz, los bigotes, que aquí me escapo para siempre porque no hay lugar a donde volver, que no puedo ser más sincero, que no puedo mentir más, que ya no tengo más que el cuerpo para quitarme de encima, que ya no siento ni la lluvia, que hasta el sol mismo me sorprende cuando vuelve a salir, que ya espero con ansia un eclipse, un cometa, un terremoto, una ecuación, que ya se me van los minutos pensando en geometrías profundas que interceptan mis palabras y las transforman en figuras, que ya me obligo a estar sereno, que ya me obligo a estar despierto, que ya me obligo a no imaginarme al mundo de otra forma, porque si no me muero. Y por tanto, matamátame que así no se dice, que sin ti no me muero, que sin ti ya estoy muerto. Algo de sinceridad habrá en la muerte, algo de sincero habrá en el muerto.


por S...

Mire hacia su lado derecho (el otro).

Camión:

Combustible, gente, chispa: ¡explosión!
Muro, muro, muro, martillo.
Olor, olor a... olores.
Gente con rostros, sin nombres: ¡gente!
Personas y masa, o bien, la masa y su persona.
Risas, tonterías, insultos, risas.

¿Quién no se reiría de tanta humanidad?

Niños, llantos y juguetes: ¡inocencia!
así como enunciamos nuestra profecía,
no hay Estado para los adivinadores del futuro.


[Mensaje desencriptado en un nuevo código desde el servidor de Metapoética Radical, S.A.]

por R...

El mundo en una hormiga

El niño se quedó observando a la hormiga, viendo cómo partía el ojo del cuervo para llevarlo de alimento a su mundo subterraneo, fue cuando supo que podemos alimentarnos de los ojos que no ven, de las bocas que no hablan, de los oidos que están sordos, de las manos que no tienen dedos.
Él supo que las hormigas tenían una parte muy grande e importante en el universo, estaban ahí para que él pudiera comprender que tenía que ver, escuchar, sentir, oler y saborear para comprender eso que no se puede comprender.

por Q...

martes, abril 21

Miércoles de ceniza

Para ti (mí, él, nosotros, ustedes, ellos, los otros):

Tú y yo sabemos que Dios no existe, lo nombramos, así como nombramos al Amor, usamos su nombre como decir "las tres menos diez".

Él suspira en la lejanía inexplicablemente, tal vez lo hace entre sueños, si es que ya se ha curado del insomnio poético.

Nosotros en este cuarto, tan alejado del tiempo, hacemos ejercicio, comemos fruta muerta, quemamos dinero, contamos ideas o nos sustituimos en el teorema que nos implica como elementos. Todo para engañar al tiempo, que como ustedes, está tan lejano, envuelto en el espacio.

Como un niño en impaciencia esencial, no puedo esperar a resolverme en el misterio eterno, soplarme en la presencia de los otros.

por P...

lunes, abril 20

Estética


¡Túmben ese árbol, se ve horrible en la banqueta!


por O...

1

No sabemos nada. Por tanto, somos precursores del eco. No hay voz sin salida, nadie habla. Somos los que hablamos y no queremos decir. Me escondo, se esconden conmigo.

¡Váyanse de aquí!

La sociología es VIDA.

..................

por N...

Suave Lo-Fi

Sin haberlo escuchado,
sin escucharte,
sin oídos,
sordo.

¡Grito!

Habiéndote escuchado,
tan estúpido,
sin nada,
mudo.

¡Grito!

por M...

No sería mejor que....

¡NO!

por L...

Tanto mensaje, tan poca correspondencia...

No me quejo, ni me quejaré nunca. Soy ustedes, lo que nunca fuí. Saberme fuera del mundo, como la Luna, y sin embargo ahí.

Soy la marea, o bien, su júbilo.

Amordazarce, todos, ¡si quereís!

¡Por mi que se mueran!

Mejor quedarse aqui.

por K...

Inigualmente incomprensible.

Si hubiera pedido al cielo tan sólo una vez por la comprensión de lo que soy...

Si tan sólo no existiera...

Porque tan sólo,

yo soy.

por J...

Familiarmente obsoleto.

Sacrílego, presente en todas mis faltas, sin nunca olvidarlas, las mismas culpas de siempre sin confesar. Yo, sin mí, interpretando la vida sin ustedes. No me importa. Tengo por idea sus pulmones y su hígado, jamás pienso en el cerebro del otro. El otro tiene el cerebro que yo no. El otro tiene cerebro. Yo no.

Me había acordado de mí, la otra noche, aquella en la que no podía dormir, era suficiente hasta entonces, cuando alcanzaba, cuando podría haber llegado a decir... Pero me quedo en silencio, que mejor letanía.

Soy diablo, por tanto, lo único que me importa es el Otro fin del Mundo. Escrito sin presagios ahora.


[... jamás se olvidó de mi piel el sordomudo que me acarició sin quererlo, soy yo. Habiendo sido la muerte, para nacer, me hace falta morir. Entre nausea y nausea me siento moribundo, porque nunca me dejo morir, pues necesito ver mi corazón entre sus manos para saberme muerto. Porque no hay más por qué vivir. Soy un cobarde sin límites, me arrojo siempre al fin más diminuto. Soy yo. Sin fin, diminuto. Siempre.[...]

Una quemadura radioactiva, no sería, es TERRIBLE.


Notas sobre la propia muerte: Me he terminado un cigarro, mi mejor amigo me mira con ojos de fuego, yo le pido que ponga hielo a su mirada, no lo hace. Me estrangula hasta la muerte; yo nunca pude resistirme. Era mi mejor amigo.