Para ti (mí, él, nosotros, ustedes, ellos, los otros):
Tú y yo sabemos que Dios no existe, lo nombramos, así como nombramos al Amor, usamos su nombre como decir "las tres menos diez".
Él suspira en la lejanía inexplicablemente, tal vez lo hace entre sueños, si es que ya se ha curado del insomnio poético.
Nosotros en este cuarto, tan alejado del tiempo, hacemos ejercicio, comemos fruta muerta, quemamos dinero, contamos ideas o nos sustituimos en el teorema que nos implica como elementos. Todo para engañar al tiempo, que como ustedes, está tan lejano, envuelto en el espacio.
Como un niño en impaciencia esencial, no puedo esperar a resolverme en el misterio eterno, soplarme en la presencia de los otros.
Tú y yo sabemos que Dios no existe, lo nombramos, así como nombramos al Amor, usamos su nombre como decir "las tres menos diez".
Él suspira en la lejanía inexplicablemente, tal vez lo hace entre sueños, si es que ya se ha curado del insomnio poético.
Nosotros en este cuarto, tan alejado del tiempo, hacemos ejercicio, comemos fruta muerta, quemamos dinero, contamos ideas o nos sustituimos en el teorema que nos implica como elementos. Todo para engañar al tiempo, que como ustedes, está tan lejano, envuelto en el espacio.
Como un niño en impaciencia esencial, no puedo esperar a resolverme en el misterio eterno, soplarme en la presencia de los otros.
por P...
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